IES Odiel    Enrique Toscano

El proyecto “Humanizando la Escuela” nace de la propia experiencia en la práctica docente, ante la necesidad de hacer frente a los problemas cotidianos de nuestro Centro. El objetivo general es crear proyectos, dentro de un amplio diseño de atención a la diversidad, que creará nexos de interrelación más humana y cercana entre todos los agentes que participan en una misma marca, el “IES ODIEL”, vinculándolos en un mismo objetivo reforzado con lazos personales más cercanos y emotivos.

En este caso, dentro de este paquete, presentamos dos de estos proyectos destinados a nuestro alumnado, pero también promoviendo un cambio en el tratamiento por parte del profesorado implicado: “Hermano Mayor” para tratar el grave problema del acoso escolar y la “Tutoría Individualizada” para dar un referente adulto a los que no lo tienen y lo necesitan para madurar.

En el primer caso, todo parte de una observación primera del problema que estaba surgiendo con cada vez mayor peso en la sociedad y por ende, en el Centro, referido a los casos de acoso escolar. Vimos que el protocolo general propuesto por la Administración, se basaba en gran parte en sancionar a los acosadores y se actuaba cuando el hecho se había producido. Dándose además el hecho, que en varias ocasiones, el acosado volvía a ser acosado por otros compañeros en otro momento diferente.

Por ello, se diseñó este proyecto, cuyo objetivo esencial no sólo era hacer frente al acoso sino evitarlo adelantándonos al hecho en sí, así como hacer participe al mismo alumnado de su proceso de socialización entre iguales, retroalimentándose a partir de nuevos roles y responsabilidades.

A partir de un radiografía de un alumno prototipo  de ser potencialmente acosado, se pidió al Equipo de Orientación y Jefatura de Estudios, en colaboración con tutores y equipos educativos, la confección de un listado de alumnos candidatos a ser intervenidos, a los cuales y a sus familias se les invitó a participar del proyecto. Proyecto que consistía en algo tan sencillo en como hacer a algunos  de sus compañeros que actuaran como sus “hermanos mayores”, bajo la coordinación de una profesor o adulto, con tres funciones claras: integración en un grupo de iguales, protección grupal y corrección de aquellas conductas que habían provocado el rechazo inicial de dicho alumno. Los resultados (0 protocolos de acoso abiertos) han sido aplastantes.

Por otro lado, era una constante en las reuniones con los tutores su preocupación e incluso su frustración por un hecho que suele ser muy común en todos los Centros educativos. Alumnos con malos resultados escolares, muy por debajo de su potencial, comportamientos cada vez más disruptivos o simplemente con una desmotivación grande, pena en el rostro y abandono. Todos con un parámetro común. Cuando se llamaba a sus familias para buscar una solución al problema, o bien no se encontraba respuesta o bien la respuesta era mejor que no se encontrara, aunque explicará muchas cosas.

Así, ante la falta de referentes adultos que les ayudaran a madurar, se creó la figura del Tutor individualizado, a partir del cual un profesor asumiría un rol de modelo de referencia y acompañante. Un tutor no sancionador, sino una figura cercana y positiva.

Los baches están siendo muchos, no os podemos engañar, falta de tiempo, preparación, avances muy lentos, pero poco a poco se van viendo los frutos, no en todos los intervenidos, pero sí en los suficientes para sentir que la propuesta tiene sentido.

Además, como indicábamos al principio, la experiencia no ha sido sólo enriquecedora para el alumnado, sino para el profesorado, que ha ido creciendo cada año en su interés por participar el proyecto, ante los comentarios de sus compañeros de cómo todo esto les ha cambiado en su  perspectiva de ver a estos alumnos, entenderlos y el enriquecimiento que ello ha supuesto en su práctica docente.